En pleno Sábado de Pasión, la festividad y onomástica del patriarca San José, patrón de los carpinteros, irrumpía tan solemne cuaresma en un día de precepto glorioso, casi apresurado. Antes de que Cristo Rey cruzara el dintel frente al gentío del pueblo que lo aclama, el señor San José lo atraía consigo hecho Niño para bendecir las calles torrecampeñas en una mañana cargada de pasión y saber querer al padre de acuerdo con las fiestas tradicionales en estas fechas organizadas por la Piadosa Cofradía de San José. Los carpinteros, fieles a su patronazgo, acudieron a las fiestas y acompañaron durante toda la procesión (deslucida por una fina e ininterrumpida capa de lluvia), que una vez de vuelta al templo trajo consigo aires de Domingo de Ramos que comenzaban a aflorar en los bancos de nuestra plaza anhelante.
Os dejamos con unas fotografías captadas por Juan Moral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentad con respeto y humildad. La bondad nos puede hacer grandes.