Y como fruto que termina de madurar ante una inminente primavera que desata sus inclemencias, el último de los triduos y cultos de nuestra parroquia culminaba en la por siempre nombrada Señora de los Dolores, que ofrecía una imagen traída de las de antaño con la recuperación y restauración de unas antiguas ráfagas que llegó a portar durante su salida penitencial la Stma Virgen en años pasados. Con el trabajo y esfuerzo de la Junta Directiva, la Cofradía de la Soledad ha conseguido recuperarlas después de varias décadas desaparecidas y en muy mal estado de conservación; esfuerzo que ha dado su fruto en esta bella estampa que dignificaba aún más si cabe a la dolorosa por excelencia de nuestra localidad, que vestía sus bordados del siglo pasado y tendía su mano al pueblo que acudía a su cita anual en el Viernes de Dolores, preparando los días de Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor que han de venir.
Os dejamos con algunas fotografías de lo que fueron los cultos a la Madre de la Soledad, que Dios mediante, volveremos a ver en la calle el próximo Sábado Santo a primera hora de la madrugada:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentad con respeto y humildad. La bondad nos puede hacer grandes.