La pasada semana quedaron atrás numerosos actos para conmemorar el 25 aniversario desde la llegada de Nuestra Señora de la Piedad a Torredelcampo, en el que la cofradía celebró un triduo extraordinario a su titular, finalizando el viernes. En cuanto al sábado, los torrecampeños y torrecampeñas se prepararon para otro rosario vespertino por sus calles, solo que esta vez el ambiente fue muy diferente.
A las 7 de la tarde, con un sol de justicia, la Piedad salió junto al cortejo a unas calles que podrían haber acogido más personas de no ser por el calor que azotaba las casas. Siempre acompañada de sus costaleras, siguió el recorrido de su rosario por el casco más antiguo de nuestros barrios, donde se encontró con varios altares en su honor (dos realizados por la misma cofradía, y uno por el Grupo Joven del Resucitado).
No faltaron pétalos y levantás, y la tarde fue cayendo junto a las rosas que portaban las manos de nuestra bendita madre. Al paso por la singular Plaza del Llanete, la Asociación de Mujeres "La Floresta" le dedicó una salve, generando una escena de gran belleza que difícilmente olvidarán sus cofrades.
La Piedad volvió a lucirse a lo largo del extenso itinerario que hubo de trazar su cofradía para conjugar el tiempo hasta llegar a la parroquia, en la que se estaban celebrando dos uniones matrimoniales, y que a pesar de la tranquilidad del cortejo, éste hubo de interrumpirse unos largos minutos hasta que nuestra iglesia fuera desalojada, problemas que resurgen una vez más a causa del hecho de tener un solo templo cristiano para realizar todos los actos sacramentales y religiosos.
También cabe destacar el estreno que portaba la Stma Virgen: un nuevo aro de estrellas en plata donado por su cuadrilla de costaleras, que la hizo reinar una vez más por las calles de nuestro Torredelcampo penitente.
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