En el día de ayer el templo mayor de Torredelcampo se llenaba de fieles para recibir el santísimo sacramento de la Eucaristía y besar las manos de María, que en la víspera de su dulce nombre bajaba del trono celeste para iniciar el curso cofrade de una manera especial en la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Ante una celebración litúrgica que se alargó más de la cuenta y con el acompañamiento de los cánticos del coro parroquial se dispuso a jurar el cargo la nueva Hermana Mayor de la corporación, doña Juani Zafra Anguita, junto con los miembros de la junta directiva que la acompañarán en este caminar durante los próximos tres años. Además también se dio paso a la nueva familia que tomara el papel de Hermanos Mayores de Fiesta durante este curso que acabamos de comenzar.
Asímismo el párroco bendecía la última de las donaciones que recibiera la sagrada imagen: una medalla de reconocimiento a la Constancia Militar ofrecida por un hermano cofrade como símbolo de unión con su titular, quien portará dicho emblema en su fajín de general en la próxima Semana Santa de 2017. Y dispuesta entre los cirios que iluminan nuestra esperanza y con las rosas que simulan la real belleza, estaba Ella, vestida por los ángeles y querubines y con el púrpura de su divino hijo invadiendo cada rincón del altar. Tendía su mano derecha como el amigo que te levanta tras la caída, pero con los ojos dolientes del pesar y con una luz que irradiaba la propia esencia de la Virgen: la Aurora que nos guía a los cristianos.
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