Capataz, costalero: ¡Mécela!
Mécela, que no va sola,
que tiene un pueblo entero detrás,
que la quiere y que la añora,
que percibe su pesar,
en el dolor y la huella que deja
su amado Hijo cuando se va,
en una noche sempiterna
que parece no acabar.
Angustia, dolor, Soledad.
La belleza de tu rostro,
tu calmosa sobriedad,
luz que hay en Tus ojos,
¡cuánto puedes enseñar!
¡Virgen de los Dolores!
¡Madre de la Soledad!
Ya se va acercando nuestra Semana Mayor y para recordar cómo vivimos la Semana Santa en nuestro pueblo cada año nos deleita un pregonero distinto en representación de cierta hermandad. Esas son las palabras del pregonero del año pasado, Don Manuel de la Plata, en representación de la Cofradía del Santo Sepulcro, que nos hipnotizó con unas palabras cofrades dignas de escuchar.
Mécela, que no va sola,
que tiene un pueblo entero detrás,
que la quiere y que la añora,
que percibe su pesar,
en el dolor y la huella que deja
su amado Hijo cuando se va,
en una noche sempiterna
que parece no acabar.
Angustia, dolor, Soledad.
La belleza de tu rostro,
tu calmosa sobriedad,
luz que hay en Tus ojos,
¡cuánto puedes enseñar!
¡Virgen de los Dolores!
¡Madre de la Soledad!
Ya se va acercando nuestra Semana Mayor y para recordar cómo vivimos la Semana Santa en nuestro pueblo cada año nos deleita un pregonero distinto en representación de cierta hermandad. Esas son las palabras del pregonero del año pasado, Don Manuel de la Plata, en representación de la Cofradía del Santo Sepulcro, que nos hipnotizó con unas palabras cofrades dignas de escuchar.
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